La ergonomía es una disciplina que busca la armonía entre el ser humano y la tecnología con la que trabaja. Siguiendo este principio, tiene en cuenta factores que abarcan desde el diseño del puesto, las herramientas y los equipos de trabajo hasta las tareas realizadas atendiendo a las características propias de cada persona. Dejar de considerarlos conlleva efectos negativos que, en general, se traducen en lesiones, enfermedades profesionales o en el deterioro de la productividad y la eficiencia del trabajador.
Atender a esta cuestión en la agricultura protegida almeriense es algo realmente complejo y hasta la fecha prácticamente sin investigar. No obstante, dada su importancia con relación a los costes derivados de las bajas y las lesiones laborales, así como su incidencia en la productividad, expertos del departamento de Ingeniería Rural de la UAL, entre los que figura Ángel J. Callejón, han comenzado a ocuparse de este campo.
Equipo utilizado en la medición del 'estrés térmico'
Con el objetivo de cuantificar el grado de calidad ergonómica de una explotación agrícola intensiva se analizaron un total de 110 invernaderos mediante el
método LEST (Laboratorio de Economía y Sociología del Trabajo de Francia). “A
priori y de forma general, los principales riesgos detectados son la temperatura, cooperación y exceso de horas de trabajo”, subraya Callejón.
Este primer estudio, publicado en
Spanish Journal of Agricultural Research, contó con una financiación de 18.000 euros otorgada por la
Consejería de Empleo y se aplicó a cultivos de sandía, calabacín y tomate. Según Callejón Ferre, “queremos analizar su incidencia en cultivos de pimiento, berenjena y melón para aplicarlo en todos los cultivos de Almería”.
Estrés térmico El primer factor abordado es el denominado
estrés térmico, éste se refiere a la carga de calor o frío que los trabajadores reciben y acumulan en su cuerpo por la interacción entre las condiciones ambientales del lugar de trabajo, la actividad física que realizan y el vestuario que soportan. El trabajo comenzó con una profunda revisión de todos los índices existentes para su análisis −a nivel mundial hay más de sesenta− y así determinar cuál es el que mejor se adapta a las condiciones de trabajo del levante andaluz.
El estudio sobre este parámetro, publicado en
Spanish Journal of Agricultural Research, contó con una financiación de 18.000 euros otorgada por la
Consejería de Empleo y se aplicó a cultivos de sandía, calabacín y tomate. Donde los expertos, mediante la aplicación del
Índice Humidex desarrollaron una herramienta −denominada ‘reloj de predicción’− basada en el registro climatológico de los invernaderos almerienses de cinco años. Esta metodología permite establecer el horario de trabajo más adecuado y cuándo existe una mayor o menor probabilidad de sufrir estrés térmico, en función de la estación del año considerada. Sin embargo, los investigadores de la UAL quieren ir más allá desarrollando un índice propio para las condiciones de Almería. Para su diseño, los expertos deberán acometer un proceso complejo que necesitará varios años de desarrollo.
Detalle del interior de un invernadero
“Este estudio parte prácticamente desde cero y necesita de un equipo con expertos procedentes de múltiples ramas, ya que hay que medir factores tan diversos y complejos como el ritmo cardiaco, sudor, metabolismo o temperatura rectal. Los parámetros dependientes del metabolismo varían según la raza del trabajador, por ejemplo, la raza africana soporta mejor el calor. Además, requiere de un extenso periodo de muestreo y de una población de estudio representativa”, asevera el experto.
Posturas y movimientos forzados
Actualmente, los científicos de la UAL están estudiando los riesgos derivados de movimientos repetitivos y la adopción de posturas forzadas con métodos específicos como
RULA y
OWAS. La aplicación del primero de ellos comienza con la observación de la actividad del empleado durante varios ciclos de trabajo. A partir de ésta, se seleccionan las tareas y posturas más significativas
−bien por su duración o por la carga postural que suponen− donde se evalúan los ángulos que forman los diferentes miembros del cuerpo.
Respecto a la carga postural, el método OWAS permite identificar hasta 252 posiciones diferentes como resultado de las posibles combinaciones de la posición de la espalda, brazos, piernas y carga levantada. En función del riesgo que representa una postura, este método distingue cuatro "Categorías de riesgo". Ambos procedimientos se están aplicando al trabajo realizado con diferentes tipos de perchas que sostienen las plantas para determinar cuál es la más idónea. “Ya se ha diseñado un prototipo de percha, que evita el giro de muñeca y, por tanto, un movimiento no recomendado”.
Riesgos Psicosociales
Factores psicosociológicos dentro de la Ergonomía Organizacional también pueden ser una causa de riesgo laboral. Esta disciplina, en el terreno de la prevención, aborda los aspectos relacionados con la organización y el contenido del trabajo que puedan originar una pérdida de salud en los empleados. En este sentido, los expertos confirman la dificultad de comunicación entre trabajadores o entre éstos y el empresario como principal riesgo, ya que la mayoría de los operarios son extranjeros.
Este ámbito será analizado mediante una tesis doctoral, donde se aplicarán los métodos
ERGOS,
MPF y el
método del INSTH sobre los operarios de 330 explotaciones (110 para cada método) lo que supone, según Callejón, “una base para conocer los riesgos psicosociales en los invernaderos tipo Almería”.
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Interior de un invernadero
Equipo de medición
Más información:
Ángel Jesús Callejón Ferre
Departamento de Ingeniería Rural
Universidad de Almería
Tel: 950 214236
E-mail: acallejo@ual.es